En la reciente entrevista que dio la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo, cuyo verdadero nombre es Mónica Caballero Garci-Crespo, adelantó públicamente que hay carpetas de investigación abiertas sobre los hermanos Miguel y Alfonso Celis Romero y la forma en la que han generado su riqueza.

Sabido es por toda la sociedad tehuacanera, que la riqueza de la familia Celis Romero proviene de dos principales fuentes: la primera es la empresa familiar que fundara su padre La Vega de Paz, empresa que surgió con doña Estela Romero y su esposo, de origen español; quien ya era empresario avícola en ese país y contrajo matrimonio con doña Estela, a quien conoció durante un viaje al continente europeo en compañía de su tía, la empresaria Socorro Romero Sánchez. La empresa pasó a manos de Miguel y Alfonso cuando el señor Celis lamentablemente falleció.

Cuando su padre ya no estuvo, los jóvenes Celis fueron arropados por la empresaria avícola, quien los apoyó de cerca para que pudieran sacar adelante su empresa. Pero en un punto, la familia decidió fusionar La Vega de Paz a la empresa Socorro Romero Sánchez. Al llevarse a cabo esa fusión, los muchachos Celis se convirtieron en socios de la empresa, pero jamás han dejado de trabajar en ella.

Acusar a alguien de enriquecimiento ilícito, hoy día es fácil. Argumentar que los hermanos Celis han delinquido para lograr su fortuna, es lo mismo que estar en contra de la Señorita Socorro Romero, pues se trata de un solo emporio. Decir además que los hermanos se han aprovechado de la fortuna Romero Sánchez, es ridículo; puesto que la fortuna es familiar y Socorrito jamás perdió el control del emporio; hasta su muerte, fue siempre la cabeza del grupo empresarial.

Si tales carpetas de investigación en realidad existen, el único objetivo sigue siendo intimidar a los albaceas legales y a la heredera de Socorrito. No es más que una sucia trampa para ensuciar la imagen de los empresarios, y mostrar que la familia de Socorrito es desleal; cosa que debería comprobar con argumentos reales.