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Un denigrante beso en la mano de AMLO

La Maestra fue directora de la escuela primaria, seguramente se aplicó, pero hasta ahora, la maestra Delfina Gómez, no sabe cómo gobernar el Estado de México y nada menos que el gran maestro de la grilla, el presidente Andrés López Obrador es quien ha iniciado su labor como mentor de la maestra en un curso intensivo de cómo gobernar y de lo que significa la Cuarta Transformación.

Hace unos días a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez y su equipo se le salieron de control los eventos de su primera gira de trabajo que fue por Ecatepec de Morelos, en donde los madrazos no se dejaron esperar y los miembros del presídium, como la comitiva delfinezca tuvo que retirarse.

Desde entonces ya estaba pactado el curso intensivo de gobernar y grillar, la presencia de López Obrador estaba programada, pero ante la inocencia o falta de tablas políticas de Delfina, se optó por todo un curso intensivo y no solamente una clase.

Este viernes, López Obrador acompañó a su pupila por los municipios de Zumpango, Tecámac y Ecatepec, en donde aprovechó para realizar una reunión de trabajo con funcionarios que tienen que ver con la operación del aeropuerto Felipe Ángeles, después de ahí se fue a Tecámac.

Ahí la presidenta municipal recibió a ambos gobernantes, estatal y federal, pero así fue como protagonizó un arrastrón impresionante de la edil, Mariela Gutiérrez, la presidenta municipal de Tecámac, delante de todos los asistentes y del mundo, a través de las cámaras de televisión y fotográficas, besó la mano del Peje.

Como siempre, con actitud triunfalista, el presidente tomó a sus gobernantes estatal y municipal, ambas del mismo partido que él, Morena, al presentarse para el inicio del evento, se colocó en medio de ellas y al mismo tiempo les levantó las manos, como señal de triunfo.

La emoción, arrastradez y poca dignidad de Mariela Gutiérrez la llevó a tomar la mano izquierda del Ejecutivo Federal para ¡¡BESARLA!!, como si fuera un cura, su padre, su abuelo o el Papa Juan Pablo II, al que todo el mundo le besó el “Anillo del Pescador” que portaba siempre en su dedo anular.

Quizás la alcaldes no sabe o no se da cuenta de la barbaridad política que cometió, quizás le ganó la emoción, pero lo que sí es un echo es que se vio muy arrastrada frente a su líder o a la “Alteza Serenísima” como le apoda al presidente mi amigo y periodista, Moisés Sánchez Limón.

El caso es que no estuvo nada bien esto del beso en la mano, ese señor no es un príncipe, no es un rey, no es una autoridad moral o religiosa, mucho menos un santo. Pero lo que es, políticamente, sin duda es un acto reprobable, porque puede haber respeto, cariño o admiración, pero de ninguna manera una sumisión de ese tamaño, misma que lesiona la dignidad de cualquier autoridad que así lo haga. Denigrante, pues.

Revuelo

Una clase de política, de gobierno y de Cuarta Transformación no es suficiente, este viernes por tres municipios, también el fin de semana estará López Obrador en el Estado de México, seguirá el curso intensivo, pero ahora por los municipios de Texcoco, Chimalhuacán, Valle de Chalco y Chalco, en donde realizará actos que más allá de que sean actos de gobierno, serán actos de legitimación y de enseñanza en beneficio de Delfina Gómez.

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