La empresaria con los pies en la tierra y los ojos en el cielo

Ahora que la empresaria, la Señorita Socorrito Romero Sánchez lleva casi 10 años de fallecida, y que el conflicto hereditario pareciera no tener fin, rememoramos su invaluable legado y su singular figura que se mantuvo siempre con los pies muy bien puestos en la tierra, y consciente de que era un ser de Dios, con el alma siempre puesta en el cielo.

La empresaria avícola conoció el éxito, como pocas mujeres en México. Fue una visionaria con una gran capacidad de éxito empresarial. Su caso fue una combinación de inteligencia y gran trabajo. Esa exitosa suma de factores y su adecuado manejo del poder, la hicieron una mujer muy adelantada a su tiempo, y centrada con los pies en la tierra, como se dice comúnmente. Sin duda alguna, la fe y devoción religiosa generan la singularidad en la empresaria. Porque es cierto que dedicó su vida a generar riqueza y a compartirla. Quizá sea la única empresaria que habló y profesó su fe cristiana abiertamente.

Una mujer de Dios y del mundo que regresó a la morada divina en la que tanto creyó en vida, aunque no haya podido descansar del todo por la injusticia cometida por personas ajenas a la familia que buscan apoderarse de lo que no les corresponde como la hoy presidenta de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, y el señor Marco Aurelio Romero, que nada tienen que ver con el gran trabajo de Socorro Romero y de sus herederos legales.