• Creado en la administración del entonces delegado Rigoberto Salgado Vázquez, hoy Diputado Federal de Tláhuac, el Festival Internacional de Día de Muertoses hoy en día un evento único  

La celebración a los fieles difuntos en la alcaldía Tláhuac crece año con año, convirtiéndose en una de las opciones más atractivas para el turismo capitalino, foráneo y extranjero.

Con el color y calor único de “Tláhuita la Bella”, millones de visitantes se deleitaron con las múltiples actividades culturales que comprende el Festival Internacional de Día de Muertos (FIDDEM) Tláhuac 2024.

Festival que nace con la intención de honrar la profunda devoción que profesan los siete pueblos originarios de la alcaldía hacia sus files difuntos. Externándolo en un sin número de manifestación culturales, que la convierten en una celebración única en elementos de riqueza cultural.

Para los antiguos pobladores de Mixquic, las principales fiestas en honor a la muerte se daban en dos veintenas, la Miccailhuitonali (pequeña fiesta de muertos) y Huey Miccailhuitl (gran fiesta de muertos). Con la llegada de los españoles se fue transformado esta profunda celebración religiosa, pero en el fondo, se sigue preservando el mismo respeto y la misma alegría por la veneración a los fieles difuntos, que año con año regresan a sus antiguas moradas para convivir con sus parientes “vivos”.

Basta con recorrer el antiguo convento de San Andrés Mixquic y contemplar las piezas arqueológicas que resguarda el patio central del recinto, para entender la profunda devoción y singular relevancia histórica que antecede a esta celebración de los pueblos de Tláhuac.

Por ello, con la finalidad de preservar y difundir esta gran tradición, la administración local en Tláhuac, encabezada por Berenice Hernández Calderón, sumó a más de 200 colectivos culturales, ensambles musicales, artesanos, compañías de teatro, artistas, comparsas y patronatos de la demarcación, para hacer más memorable esta quinta edición del FIDDEM.

Visitantes de Alemania, Japón, Canada, Estados Unidos y de toda la república mexicana se deleitaron con la gran cartelera del festival, la cual comprendía elencos musicales de talla internacional, compañías de danza, arte escénico para niños, cuenta cuentos, obras de teatro, caravanas musicales, calavereadas, rodadas, bazares de artesanías, corredores culturales con exposiciones de cartonería monumental, murales, tapetes de aserrín y ofrendas, así como recorridos en la zona chinampera y obras de teatro al aire libre.

El ritual más emblemático que enarbola esta celebración es la “Alumbrada”, una de las tradiciones más enigmáticas del pueblo de San Andrés Mixquic, en donde cada 2 de noviembre familias enteras acuden al panteón con flores, comida, copal y cirios; ahí limpian y adornan con flores las tumbas de sus difuntos para que, una vez entrada la noche, sentarse a despedirlos gustosos de reunirse con ellos una vez más, a fin de consolarse, reírse, llorarse y recordarse juntos.

Es un momento de profundo respeto y misticismo, que dura toda la noche, hasta que llega el momento de despedir a sus seres queridos y quedar con ellos de volverse a encontrar al año siguiente.

“Hoy Mixquic es el centro de fusión de dos mundos. Es el referente mundial de la tradición mexicana más rica, simbólica, y colorida que nos da identidad mundial. Es unverdadero honor caminar sus calles y saludar a vecinas y vecinas orgullosos de su raíz, qué gusto ser testigo de la magia que emana”, mención la alcaldesa al recorrer las calles de Mixquic en compañía de su equipo de trabajo.

En ese contexto se culminó con éxito el Festival Internacional de Día de Muertos, creado en la administración del entonces delegado Rigoberto Salgado Vázquez, hoy Diputado Federal de Tláhuac y retomado por la alcaldesa Berenice Hernández, con la finalidad de conservar los usos y costumbres de los pueblos originarios.

“Culmina una jornada de arte, cultura y recreación que detona la economía y movilidad social en toda la alcaldía, a partir de una tradición muy nuestra, muy de México”, puntualizó Berenice Hernández, agradeciendo a todos los asistentes, participantes y sobre todo a los habitantes de los pueblos originarios de Tláhuac por su gran hospitalidad.
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