Con su esposo Jair Bolsonaro fuera de carrera tras ser condenado por golpismo, ¿Michelle Bolsonaro se lanzará a las presidenciales de 2026 en Brasil? La respuesta está principalmente en manos de Dios y del exmandatario, dice la ex primera dama en entrevista a la agencia AFP. Cara femenina y evangélica de la derecha brasileña, Michelle Bolsonaro, de 43 años, suena para reemplazar al líder ultraconservador junto a nombres como el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas.

“Cualquier decisión sobre posibles candidaturas pasará por un debate profundo con mi marido (…) y será fruto de mucha oración para discernir sobre la misión que Dios, eventualmente, quiera confiarme”, responde por escrito.

En prisión domiciliaria y condenado en septiembre por una intentona golpista en 2022, Jair Bolsonaro no podrá presentarse a las elecciones del año que viene contra el probable candidato de la izquierda, el presidente Lula. El nombre de su esposa también se baraja para vice o senadora, aunque ella dice que “aún es temprano” para hablar de candidaturas.

“Bolsonaro es y seguirá siendo el mayor líder de la derecha en Brasil”, sostiene. Y se queja de intentos de “imponer (al expresidente) indicaciones anticipadas de candidatos”.

El feminismo “se desvirtuó” por la agenda ‘woke’

Tercera mujer de Bolsonaro, esta conservadora —27 años más joven que su marido— se presenta como un ama de casa tradicional y puente hacia un electorado femenino esquivo para el bolsonarismo.

“Michelle es quien ponía orden en la casa”, ha dicho Bolsonaro sobre su propio gobierno (2019-2022).

La exprimera dama es intérprete para sordos, oficio que solía practicar en misas. En los últimos años, también entrenó su oratoria, con resultados: su discurso fue el plato principal del primer acto bolsonarista en São Paulo, tras el arresto de su marido. Provocó llantos en la platea femenina. Casada con un hombre cuestionado por expresiones machistas, Michelle Bolsonaro dice que el feminismo “se desvirtuó”.

“Dejó de preocuparse por las necesidades reales de las mujeres para bucear en los objetivos dudosos de la agenda woke”, opina.

Hija de un chofer de ómnibus y un ama de casa, Michelle de Paula Firmo Reinaldo —su nombre de nacimiento— es la mayor de cinco hermanos criados en un barrio pobre de la capital Brasilia. De joven hizo algunos trabajos como modelo y como promotora de supermercado. Entonces ya frecuentaba una iglesia evangélica. Conoció a Bolsonaro en 2007, cuando él era diputado y ella había conseguido un puesto como secretaria de un legislador progresista en el Congreso. Bolsonaro la contrató en su despacho y se casaron poco después.

El expresidente se ha defendido de críticas por comentarios racistas bajo el argumento de que el padre de su esposa es negro. Padre de cuatro varones de matrimonios anteriores, Bolsonaro revirtió una vasectomía para tener con ella a Laura. A su única hija, dijo el expresidente, la concibió en un “momento de debilidad”.

Una “farsa judicial” contra mi esposo

Michelle Bolsonaro preside la rama femenina del conservador Partido Liberal y a la vez articula entre su marido —que se declara católico— y sectores de las iglesias evangélicas, con fuerte influencia en el electorado de derecha. En la campaña de 2022 aseguró que el “comunismo” iba a “perseguir a los cristianos de Brasil”. Ha sido denunciada por intolerancia religiosa tras repostear un video que decía que Lula había “vendido su alma” a cultos de matriz africana.

La fiscalía archivó la denuncia con base en la libre expresión. Activa y popular en redes sociales, Michelle Bolsonaro denuncia una “farsa judicial” contra su esposo, condenado a 27 años de prisión por un intento de aferrarse al poder tras perder contra Lula en 2022. El gobierno de Donald Trump castigó con aranceles a Brasil por el juicio a su aliado Bolsonaro. La ex primera dama sostiene que las sanciones de Estados Unidos “vinieron por culpa de nuestros gobernantes” y de “autoridades brasileñas (…) que violan derechos humanos”.

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