La inflación de la eurozona mantuvo en junio su tendencia al alza y pulverizó todos los récords con 8.6% interanual, impulsada por los fuertes aumentos en los precios de la energía y los alimentos, anunció este viernes la agencia de estadísticas Eurostat.

El índice de inflación interanual ya había registrado 8.1% en mayo y ha quebrado todos los récords de su serie histórica desde noviembre de 2021, a raíz del alza en el precio de la energía, aunque la tendencia se consolidó con la ofensiva rusa en Ucrania.

Hasta fines del año pasado las autoridades económicas europeas consideraban que el repunte de la inflación era resultado de la fuerte recuperación de la actividad ante la flexibilización de las rígidas normas sanitarias aplicadas durante la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, el aumento en los precios de la energía activó la alarma, en una tendencia que se tornó dominante con el inicio de las hostilidades en Ucrania.

En ese cuadro, el Banco Central Europeo (BCE) había proyectado para este año una inflación “cercana pero inferior” al 2%, una previsión que parece haber sido sobrepasada por la realidad.

De acuerdo con Eurostat, el principal factor de la inflación interanual en junio es una vez más el aumento en los precios de la energía (electricidad, petróleo y gas), que experimentaron un crecimiento de nada menos que 41.9%, siendo que en mayo había sido de 39.1%.

Otra consecuencia del conflicto en Ucrania es el impacto en los mercados internacionales de alimentos, en particular cereales y granos, ante la imposibilidad de Ucrania de exportar su producción.

Eurostat apuntó que en junio el sector de alimentos (que incluye tabaco y alcohol) experimentó un aumento de 8.9% interanual. Para mayo ese alza había sido de 7,5%.

Entre las principales economías de la eurozona, Francia registró uno de los menores aumentos del bloque, de 6.5%, y por lo tanto por debajo del promedio.

Alemania experimentó un alza de 8.2% e Italia de 8.5%, mientras que España sufrió una fuerte inflación de 10.0%.

Varios países más de la eurozona experimentaron aumento de precios de dos dígitos, como Grecia (12.0%), Luxemburgo (10.3%), Eslovaquia (12.5%) o Eslovenia (10.8%).

El escenario más grave se registró en los países bálticos: Letonia exhibió un elevado 19%, Lituania el 20.5% y Estonia el 22%.