El senador Ricardo Monreal Ávila, aseguró que la guerra interna que vive el Poder Judicial federal, por el cambio de su presidencia, es insólito y ha puesto al descubierto diversos intereses externos e internos, que luchan por imponerse para mantener privilegios.
Advirtió que hay grupos que se resisten a la política de austeridad impulsada por Andrés Manuel López Obrador, a la que sí se adhirieron los poderes Ejecutivo y Legislativo, precisó en un artículo publicado en redes sociales.
Dichos grupos, apuntó, pretenden controlar las decisiones judiciales, a fin de blindar sus propios beneficios, ya que la persona que preside la SCJN, como titular de la presidencia del Consejo de la Judicatura Federal, estipula las medidas que se requieren para desarrollar el trabajo en la Corte.
Asimismo, dentro de sus atribuciones, propone nombramientos de personas servidoras públicas, que decide el Pleno de este Poder, así como de las y los encargados de su administración; incluso, acuerda lo relativo a sus licencias, remociones, renuncias y vacaciones, entre muchas otras.
Sin embargo, agregó que con la sucesión de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se tiene la oportunidad de establecer un parteaguas en la historia del Poder Judicial, y lograr que sus integrantes, no obedezcan ningún otro interés que no sea el de hacer valer la ley.
Expresó que es hora de que el ideal de justicia alcance su máxima expresión en nuestro país, y sea ejemplo de que es posible concretar la transición hacia un México donde la igualdad se convierta en uno de los principios rectores de la justicia.
El coordinador de los senadores de Morena manifestó que es momento “para que la SCJN deje de ser, de una vez y para siempre, un órgano con tintes privados y privilegios desbordados”.
Ricardo Monreal, advirtió que existe indignación popular, tanto por la opulencia que ostentan los altos mandos del Poder Judicial, como por la constante negativa de estos ante la posibilidad de destinar esos recursos a la atención de las problemáticas en el país.
Subrayó que dentro de los privilegios que tienen en la Corte, destaca el sueldo de 297mil 404 pesos mensuales, aguinaldos de 586 mil 093 pesos, que representan 40 días de sueldo; primas vacacionales de 95 mil 475 pesos, que equivalen a 10 días de sueldo; así como un fondo para comer en restaurantes de lujo, por 723 mil 690 pesos anuales, entre otras prerrogativas.
Agregó que no se puede negar que la preparación requerida para estar a la altura de servir al país, desde el Poder Judicial, amerita una remuneración digna y justa, pero dichas prestaciones, abundó, no se deben convertir en privilegios, “cuyo mantenimiento explica, en gran medida, la resistencia ante cualquier posibilidad de cambio”.
Monreal Ávila destacó que, en la época contemporánea, la justicia social incluye por lo menos tres principios constitucionales que deben ser garantizados por parte de las instituciones: el Estado social de derecho, la dignidad humana y la igualdad de oportunidades, “hacia ello hemos enfocado nuestro esfuerzo”.
Actualmente, puntualizó, se busca generar una verdadera coordinación entre sectores, a fin de que los intereses privados no opaquen a los públicos; proceso que está construcción, por lo que aún existen vestigios y espacios para grupos de poder económico que intentan seguir influyendo con el objetivo de blindar sus propios intereses, y el Poder Judicial y su proceso de sucesión no son la excepción.