Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.
SE multiplican y diversifican los delitos cibernéticos a nivel mundial.
Con el avance de las tecnologías NFC y RFID , que permiten los pagos de proximidad, los delincuentes exploran nuevas formas de fraude sin contacto en las que capturan la información de las tarjetas RFID, o realizan transacciones sin autorización.
Las tecnologías Radiofrecuency Identification (RFID), o identificación por radiofrecuencia, y Near Field Communication (NFC), o comunicación de campo cercano, se vuelven comunes en la vida diaria al permitir la comunicación inalámbrica entre dispositivos y facilitar así procesos de pagos, seguimiento de productos y controles de acceso.
Del mismo modo, los dispositivos de lectura NFC se utilizan cada vez más para realizar distintos tipos de robo. Entonces, es importante utilizar medidas de protección para evitar que se obtenga acceso a los datos personales sin conocimiento.
En cuanto a RFID , esta es la base para la identificación sin contacto ya que utiliza ondas de radio para transferir datos entre un dispositivo lector y una etiqueta o tarjeta equipada con un chip RFID. Este proceso se produce sin necesidad de contacto físico, aunque sí una cercanía.
Hay dos tipos principales: RFID pasivo , que no tiene batería propia y se activa únicamente por la energía de la señal de radio emitida por el lector y se usa combinado en tarjetas de transporte, etiquetas de productos y documentos de identificación.
Además, está el RFID activo que cuenta con una batería interna y permite la transmisión de señales a mayor distancia. Se utiliza más comúnmente en el seguimiento de mercancías, dispositivos de seguridad e incluso en automóviles.
Por otro lado, NFC es una versión más avanzada de RFID, que permite la comunicación bidireccional entre dispositivos. Mientras que RFID se limita a la comunicación unidireccional (del lector a la etiqueta), NFC permite el intercambio de datos entre dos dispositivos , como teléfonos inteligentes o tarjetas de crédito. Esta tecnología es muy utilizada en pagos sin contacto y transferencias de datos. La principal de NFC es su practicidad, ya que permite pagos rápidos sin necesidad de introducir contraseñas y facilitar la vida a consumidores y empresas.
Ambos métodos utilizan la misma tecnología NFC, pero la principal diferencia radica en el medio (tarjeta física frente a un dispositivo móvil) y las capas adicionales de seguridad que los dispositivos móviles suelen ofrecer.
Si bien la mayoría de los fraudes NFC/RFID requieren un acceso cercano a la víctima, ya que la distancia de lectura suele ser muy corta, es importante prestar atención a los entornos en los que se encuentra.
Hay dispositivos que permiten el skimming, un tipo de fraude en el que los delincuentes copian los datos de la tarjeta de crédito o débito de la víctima y, en algunos casos, incluso realizan transacciones con esos datos. Una vez capturados los datos se requiere un paso adicional como la clonación de tarjetas o el uso de datos robados en transacciones en línea para realizar fraudes.
ESET, una firma líder de protección en línea, aconseja establecer límites de pago bajos, autenticación biométrica o PIN, uso de tokenización, desactivar la función de pago sin contacto (si es posible), y desactivar NFC en tu dispositivo.
También asegurar los dispositivos, mantenerlos actualizados, monitorear las transacciones, usar bloqueadores de RFID.
Mantenerse al tanto de las novedades e implementar medidas de protección es una tarea esencial para que nuestros equipos y datos estén seguros.