*El canto, la copa, la botana, canciones, baile, toda una divertida fiesta amenizada por la coreógrafa, cantante y animadora la bella Susy.
Por Martín de J. Takagui
La fiesta y el karaoke no son más que pretextos para lograr la sana convivencia y la socialización de la gente, jóvenes, medianos de edad y adultos mayores, sin distingo alguno pueden y deben practicarlo para hacer a un lado el estrés.
Eres desafinado, nunca has cantado fuera de la regadera en tu casa, te da pena que te escuchen, eso debe quedar atrás, porque existe un lugar en donde lo importante es convivir, expresarte y sacar todo ese sentimiento que te acompaña.
Sea bueno o malo ese sentimiento tiene que fluir y qué mejor que lo hagas desde tus adentros, haciendo eso que nunca te habías animado y si ya lo has hecho, para que lo practiques hasta que te conviertas en todo un profesional del canto.
Todos los miércoles y jueves, a partir de las siete y media de la noche, en Los Cinco Caudillos, una sabrosa cantina que se encuentra a dos cuadras del Monumento a la Revolución, las bocinas retumban hasta el paseo de la reforma con las risas, los cantos y la música.
Se trata de las nuevas diversiones y pasatiempos se viven en éste que ya es un lugar tradicional para atascarte con deliciosas botanas, al menos ocho tiempos de botana con cocina internacional y mexicana que te harán engordar.
Este jueves el ambiente fue todo un exceso de emociones con la participación de más de 15 cantantes que se presentaron como solistas, María Elena y Josefina cantaron la Paloma Negra, Javier cantó Te Lo Pido Por Favor, Víctor se echó la Frank Sinatra New York, New York.
Aquí puedes cantar en español en inglés, en francés y hasta en japones, si quieres, nadie te va a criticar, al contrario, todos te vamos a aplaudir, como sucedió con alguien que cantó la de Swet Caroline, o con Helen y Jeny quienes cantaron El Color de Tus Ojos.
Todos los ritmos, todas las épocas, todos los gustos y todas las regiones de México y el mundo se pueden interpretar en éste el escenario de Los Caudillos, después de una rica botana y los dos primeros tragos para abrir boca, luego otros tres para afinar.
También hubo uno de los comensales que dijo llamarse Martín, quien se aventó con una salsa, la de Llorarán de Óscar de León, mientras que Rafael recordó los grandes tiempos del Príncipe de la Canción José José al interpretar El Triste y Jorge que se echo la versión moderna de Camelia la Texana.
Diversión, copas y botana se mezclaron, como cada semana en el escenario de los aventados, el escenario de los aficionados, el escenario de quienes acuden a divertirse sanamente en horario familiar, hombres mujeres y todes los que quieran son bien recibidos y apapachados.