Disturbios aislados registrados tras una multitudinaria protesta antigubernamental en Atenas dejaron este domingo cuatro policías heridos y un fotoperiodista golpeado en la cabeza por una granada aturdidora lanzada por los agentes.

Hasta el momento 13 personas han sido detenidas en el centro de la capital griega, mientras que también se han producido daños en vehículos de las fuerzas de seguridad, según un comunicado de la Policía.

En un video publicado por el portal News247, se puede ver el momento en el que el fotoreportero Marios Liolios es alcanzado en la cabeza por una granada aturdidora lanzada por agentes antidisturbios, durante enfrentamientos entre la Policía y manifestantes. En otra imagen publicada por el mismo portal se puede ver a otro manifestante escoltado por policías con sangre en la cabeza.

Los incidentes se produjeron al final de una manifestación a las que asistieron 30 mil personas, según la Policía, y alrededor de 100 mil, según medios griegos, para exigir al gobierno conservador justicia por el accidente de trenes que el 28 de febrero de 2023 causó 57 muertos, en su mayoría jóvenes universitarios.

Aunque la manifestación, una de las más multitudinarias de los últimos años según medios locales, transcurrió sin incidentes, al término de la protesta un grupo de personas se separó de la marcha principal y empezó a tirar cócteles molotov y piedras a agentes antidisturbios, según la Policía que respondió con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.

El partido izquierdista Syriza acusó al Gobierno de usar la Policía para “intentar dispersar a la multitud” que se manifestaba contra “el encubrimiento del crimen de Tempe”, localidad cerca de la cual se produjo el accidente.

Según el portal News247, la Policía “asfixió” la gran manifestación en Syntagma, ya que cuando los agentes empezaron a lanzar gases lacrimógenos decenas de miles de personas pacíficas, entre ellas ancianos y menores, todavía se encontraban en la plaza y se quedaron prácticamente “atrapadas” en medio de los disturbios.

Las movilizaciones fueron convocadas por la Asociación de Familiares de Víctimas de Tempe, donde en 2023 se produjo la colisión frontal entre un tren de pasajeros y otro de carga, en un tramo de la vía que carecía de los sistemas automatizados de seguridad necesarios.

“Lo sabían, conocían en detalle el peligro. Estaban jugando con nuestras vidas y finalmente los trenes chocaron”, señaló en un discurso durante la manifestación María Karistianú, quien perdió a su hija Márthi en el accidente.

Al grito de “asesinos, asesinos” y “ningún crimen quedara impune” los manifestantes se reunieron frente al Parlamento griego para protestar contra lo que consideran un “intento de encubrir el crimen de Tempe” y sus principales responsables por parte del Gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis.

El gobierno de centroderecha, reelegido tras el accidente por mayoría absoluta, sostiene que corresponde a las autoridades judiciales investigar las causas y prometió reformar el sistema ferroviario, aunque la Comisión Europea señala que los avances son lentos.

Más de 20 mil personas, según la prensa local, se manifestaron en Salónica, la segunda urbe de Grecia, donde también se registraron altercados entre un grupo de manifestantes y la Policía, que detuvo a 23 personas.

Otras movilizaciones se produjeron en decenas de ciudades de Grecia y también en capitales europeas como Londres, Amsterdam ο Bruselas.

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