Con la alcaldesa Angélica Moya se desbordó la corrupción del comercio informal en la vía pública de Naucalpan, a través red de extorsionadores.
En la administración panista se dispararon las extorsiones de funcionarios y líderes golpeadores a vendedores ambulantes y aumentó exponencialmente el número de puestos callejeros en zonas como Satélite, Lomas Verdes, Tecamachalco, Naucalpan centro y a lo largo y ancho de toda la zona popular.
Esta mafia opera desde la Subdirección de Concertación Comercial de Naucalpan, que encabeza Iván Reyes Barroso, integrante del Grupo Tlalnepantla, recomendado por el actual regidor Agustín Belgodore, alias El Bogus.
La llegada de Reyes Barroso a Naucalpan trajo como consecuencia el aumento de la corrupción que ahora es incontrolable y desbordada, en complicidad con Belén Herrera, quien “regentea” a más de 500 ambulantes, que al paso de las administraciones acrecienta su imperio de corrupción.
Edgar Candelas Plaza, alias El Caráche, encabeza a cinco mafiosos que extorsionan a los comerciantes que no tienen permiso cobrándoles una “renta”, en todo el municipio del Estado de México.
Mediante las extorsiones, notificaciones y multas al ambulantaje, El Caráche le entrega en Palacio Municipal 50 mil pesos a la semana al subdirector de Concertación Comercial de Naucalpan, Iván Reyes Barroso.
Tan sólo en la temporada del mes patrio, a los más de 500 ambulantes que vendieron banderas les cobraron mil pesos por concepto de pago a la Tesorería y otros mil pesos “por fuera” para que pudieran trabajar en septiembre.
Este mismo operativo de recaudación ya está programado para la temporada del Día de Muertos, por lo que “es impensable lo que se van a embolsar en la temporada Navideña y de Reyes Magos”, denunciaron los afectados.
Cabe reiterar, que esta red de extorsionadores cuenta con la complicidad de Belén Herrera, dueña de todos los puestos del “túnel de Satélite” y ex funcionaria del área jurídica, que fue despedida en 2008 por el entonces titular de Mercados de Naucalpan, Francisco Estrada, por actos de corrupción al dejar perder juicios a cambio de fuertes sumas de dinero.