Claudia Sheinbaum celebra este domingo su primer año como presidenta de México junto a miles de seguidores satisfechos con sus políticas sociales, cuya continuidad puede verse amenazada por la estrechez financiera.

La primera jefa de Estado de México cumplió el primero de sus seis años en el poder el 1 de octubre, pero festeja este domingo con un baño de masas en el Zócalo de Ciudad de México, principal plaza pública del país.

Sheinbaum tiene una aprobación de más de 70%, según tres encuestas publicadas esta semana que atribuyen ese alto respaldo a sus programas de pensiones, becas y otras ayudas.

Este año la inversión social bordea los 54,300 millones de dólares, alrededor de 12% del presupuesto del gobierno federal; para 2026 está previsto un monto similar.

Hay que cumplirle al pueblo, eso es lo importante (…) la lucha por el bienestar”, dijo esta semana la mandataria izquierdista, quien también saca buenas calificaciones por su manejo de la relación con el voluble mandatario estadounidense, Donald Trump.

El magnate amaga continuamente con altos aranceles y soluciones de fuerza contra los cárteles mexicanos del narcotráfico, pero Sheinbaum ha logrado mantenerlo a raya.

Popularidad y la luna de miel

Doctora en ingeniería energética de 63 años, Sheinbaum disfruta aún su luna de miel gracias al descenso de la pobreza que comenzó con su antecesor y copartidario, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), según los sondeos.

Al menos 8.3 millones de personas salieron de esa situación entre 2020 y 2024 en este país de 130 millones de habitantes.

Pero las mismas encuestas, elaboradas para los diarios concluyen que los puntos débiles de la presidenta son el combate al crimen organizado y el manejo económico, una cuestión crítica para los programas de bienestar.

La segunda economía latinoamericana después de Brasil apenas crecerá 0.5% este año y 1.4% en 2026, según estimaciones privadas y del Banco de México (central).

Las bajas tasas de crecimiento son una constante desde hace años en el país, dependiente de la relación comercial con Estados Unidos.

El desempeño actual de la economía mexicana está marcado, entre otros, por “cuentas fiscales más estrechas y un sector externo vulnerable”, dijo a AFP Gerónimo Ugarte, economista jefe de la casa de bolsa Valmex.

Por eso muchos se preguntan si los programas sociales se mantendrán y si un eventual debilitamiento pasará factura al ambicioso proyecto que lidera Sheinbaum.

Lo cierto es que el déficit fiscal se ha ampliado debido al “aumento del gasto social y al mayor costo financiero de la deuda”, señala Ugarte.

Remesas en caída

A estos desafíos se suma la caída de los ingresos por remesas, provenientes mayormente de Estados Unidos, que representan un desahogo para millones de mexicanos.

En agosto ligaron su quinto mes consecutivo de declive en medio de la agresiva política de deportaciones de Trump.

Estos ingresos sumaron el año pasado 64,745 millones de dólares, un 3.7% del PIB del país.

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