Desde los primeros acordes de su reciente sencillo Trajecito Azul, Chelo Ramírez alzó una bandera de unión entre géneros y geografías. El artista, apadrinado por la frescura que irradiaba tras su irrupción en la Feria de las Flores de Medellín, desembarcó con esta canción en México para presentar su nueva propuesta sonora junto al reguetonero Zion. La ciudad se convirtió en epicentro de una fusión donde la cumbia acaricia el pulso urbano con cadencia, y la canción, apenas recién lanzada, ya brota como un himno que germina en la memoria colectiva.

La producción musical se distingue por su balance delicado entre raíces y modernidad. Una alianza stylist entre cumbia tradicional, regional mexicano y flow contemporáneo ha tejido una narrativa que fluye con naturalidad. El tema ha superado con creces el umbral del millón de reproducciones en YouTube en un tiempo sorprendentemente breve, mientras TikTok se ha llenado de creaciones que danzan al ritmo de su melodía.

La colaboración con Zion marca un puente consciente entre estilos, afinado por las manos creativas del compositor mexicano Zamu. Su participación se siente como un sismo cultural: modula la pieza, le imprime sellos identitarios y refuerza su pulso bailable, ese que invita a una celebración suspendida en el aire, entre aplausos y cuerpos en movimiento —la fusión costosa que solo el talento puede horadar.

Pero más allá de las cifras y los registros digitales, Trajecito Azul contiene una chispa emocional que prende corazones. En las redes sociales, Chelo compartió con gratitud imágenes de ese momento exacto: su natal Colombia estalló en júbilo. Chelo, cuyo nombre real es Marcelo Ramírez Quintero, nació en Medellín en 1995 y desde joven se ha destacado por su dominio de diversos instrumentos, entre ellos la flauta dulce, la trompeta, el saxofón, las congas, el güiro y, muy especialmente, el acordeón. Fue en 2019 cuando recibió el reconocimiento como Mejor

Acordeonero Antioqueño, posicionándose como uno de los principales exponentes del instrumento en Colombia. A partir de ahí, su carrera tomó impulso con sencillos como Suerte y Sírvame otro (De bar en bar), este último en colaboración con Jhonny Rivera, que se convirtió en un fenómeno viral en redes sociales y plataformas digitales.

En su paso por el sello OCESA / Seitrack, Chelo consolidó su carrera en México con lanzamientos como Hoy me arrepiento, y posteriormente con temas que resonaron en diversos países de habla hispana, entre ellos El experto, Salir un rato, Beber con El Bebeto, y Trajecito azul junto a Zion. Su primer álbum, Échale, lanzado en 2023, presentó trece temas en los que el artista participó activamente como compositor, destacando por su versatilidad y evolución artística.

En definitiva, el lanzamiento de Trajecito Azul representa el pulso renovador de Chelo Ramírez, acompañado de Zion. Con él, el artista reafirma su versatilidad, su capacidad de tejer audiencias diversas y de llevar el regional mexicano hacia nuevas latitudes. El tema no solo encontró un espacio en México: lo conquistó, al ritmo de raíces reinventadas que siguen latiendo fuerte y claro.

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