Susana Sánchez Segura

Actualmente, la menstruación sigue rodeada de mitos, silencios y estigmas que afectan la salud física, emocional y sexual de miles de personas. Todavía se cree que bañarse durante el periodo puede causar infertilidad, que tener relaciones sexuales en esos días es peligroso o que el ciclo menstrual debe ser igual para todas. Nada de eso es cierto.

Según la primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual en México, el 69% de las adolescentes no contaban o tenían escasa información cuando menstruaron por primera vez. Este dato refleja una realidad preocupante, aún falta educación menstrual y espacios donde las niñas, adolescentes y personas menstruantes puedan resolver sus dudas de forma segura y sin juicios.

Organizaciones como M de Mujer trabajan precisamente en ello, a través de información gratuita y accesible, ofrecen orientación sobre anticoncepción, salud y placer sexual, gestión menstrual digna y otros temas relacionados con el bienestar integral.

El ciclo menstrual no es sólo “la regla”

La menstruación es solo una de las cuatro fases del ciclo menstrual, un proceso hormonal complejo que incluye la menstruación, la fase folicular, la ovulación y la fase lútea. Aunque el promedio más conocido es de 28 días, cada cuerpo tiene su propio ritmo; un ciclo se considera normal si dura entre 21 y 35 días.

Para el Dr. Eduardo López Ceh, ginecólogo y asesor de salud sexual de M de Mujer, es importante entender cómo funciona el ciclo, porque, además de ayudarte a conocer mejor tu cuerpo, también te permite tomar decisiones informadas sobre la tu salud sexual, fertilidad y bienestar emocional.

El dolor menstrual sí es real

Algunas personas menstruantes padecen dismenorrea, una condición médica que provoca dolor menstrual intenso y, en ocasiones, incapacitante. No se trata de un simple cólico, pues para quién lo siente le puede impedir trabajar, estudiar o realizar actividades cotidianas.

En varios países, y cada vez más empresas, se han aprobado licencias menstruales, que permiten faltar a la escuela o al trabajo sin penalización. Esta medida reconoce que el dolor menstrual es real, limitante y que merece comprensión sin prejuicios. Ya no es necesario ocultarlo tras frases como “me duele el estómago”. Hablar abiertamente de ello es un acto de salud y empatía.

Gestión menstrual: ni exagerada ni ausente

Uno de los mitos más dañinos es que menstruar es “sucio”. La realidad es que es un proceso natural que no debería generar vergüenza. La clave está en una gestión menstrual adecuada, es decir, cambiar el producto con regularidad y mantener una higiene íntima respetuosa, utilizando agua y jabón neutro y evitando prácticas invasivas que alteren el equilibrio vaginal.

Hoy existen múltiples opciones más allá de la toalla sanitaria tradicional, como tampones, copas y discos menstruales, así como ropa interior absorbente, que permiten elegir de acuerdo con la comodidad y el estilo de vida de cada persona.

¿Sexo durante la menstruación?

Sí, es posible, y además puede tener beneficios. Las endorfinas liberadas durante el orgasmo pueden aliviar los cólicos y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, no elimina el riesgo de embarazo ni de infecciones de transmisión sexual (ITS), por lo que es importante usar métodos de barrera (como el condón) y, si se desea, combinarlos con otro método anticonceptivo.

“La decisión de tener relaciones sexuales durante la menstruación es personal y debe basarse en la comodidad y el consentimiento mutuo”, indica Lizbeth Ortiz, psicóloga y educadora en sexualidad de M de Mujer.

Hablar de ella nos libera

En escuelas, hogares y espacios públicos, la menstruación sigue siendo un tema incómodo. Pero callarla no la hace desaparecer, al contrario, el silencio afecta la salud, la autoestima y el bienestar emocional.

Por eso, organizaciones como M de Mujer ofrecen acompañamiento y orientación a través de su sitio www.mdemujer.org  y redes sociales: Instagram: @mdemujer_mx Facebook: @mdemujermx TikTok: @mdemujermx

Romper el silencio es construir empatía

Hablar de menstruación con naturalidad es un acto de resistencia. Desmitificarla nos libera y nos acerca a una sociedad más informada, empática y justa, donde cada cuerpo pueda vivir su ciclo sin miedo ni vergüenza.

Leave a Reply