Migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, que tienen una cita de asilo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) temen que el próximo presidente, Donald Trump, los deporte pese a migrar de forma legal, por lo que su esfuerzo sería en vano.

En Ciudad Juárez, uno de los epicentros del fenómeno migratorio en Norteamérica, crece la preocupación por las medidas de Trump, quien esta semana confirmó que planea “declarar una emergencia nacional y usar activos militares” para realizar deportaciones masivas.

Scarlett Rodríguez, venezolana de 22 años, expuso a EFE que, como ella, hay muchos compatriotas que van temerosos a sus citas de ‘CPB One’, una aplicación que dispuso el actual Gobierno de Joe Biden para gestionar desde México las citas de asilo en Estados Unidos.

“El principal temor, para mí, sería que (Trump) nos regresara, porque nosotros vamos con metas, con sueños, ilusiones de seguir adelante, somos personas buenas, trabajadoras, y así como hay personas malas hay personas buenas, pero somos más buenos que malos”, afirmó.

Muchos latinos en EU expresan a los medios estadounidenses su escepticismo sobre que Trump cumpla con sus amagos de deportaciones masivas, pero en los refugios de la frontera de México las conversaciones giran en torno a la posibilidad de que el exmandatario, al retomar el poder, sí las ejecute.

Scarlett huyó de la violencia en su país junto a su hija, por lo que confesó que está emocionada por tener la cita, pero también ve a compatriotas que tal vez no tengan la misma oportunidad.

“Esas personas que no tienen la cita aprobada en estos momentos sienten como una desesperación, nosotros nos ponemos en el lugar de las otras personas porque no solamente es por nosotros, también las otras personas llevan familia, llevan sus hijos, vienen con sus padres mayores de edad, es un choque de emociones”, declaró.

AGUARDAN A LA LLEGADA DEL MAGNATE

Ante las advertencias de Trump, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha defendido que su estrategia “humanitaria”, heredada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), ha disminuido en 76% desde diciembre pasado el flujo diario en la frontera con Estados Unidos.

Como el gobierno, migrantes como César Bravo, un venezolano que también tiene su cita “CBP One” están a la expectativa por las decisiones que tome el mandatario estadounidense.

“No sabemos cómo va a actuar cuando agarre la presidencia, o qué medidas drásticas va a tomar, si se enfocará más en poner una ley más estricta y sea difícil el poder cruzar, sobre todo los migrantes que venimos, como en mi, caso de Venezuela pasando por situaciones difíciles, como lo fueron 10 años de una dictadura”, comentó a EFE.

Para ellos, una presidencia de Trump significa el endurecimiento de las políticas de asilo y el reinicio de medidas drásticas como las deportaciones, incluso a quienes llegaron por la vía legal, o restricciones para quienes huyen de situaciones de violencia y pobreza extrema.

“Ese es el temor principal, que una vez que estemos establecidos, puedan deportarnos, ese es el temor de nosotros. Que llegue él y ponga restricciones, bloqueos, que nos digan ‘ahora no pueden entrar porque necesitan una visa x’ o cualquier cosa que nos impida entrar, ese es el temor de nosotros”, lamentó Bravo.

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