Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, denunció que integrantes de su bancada y de la oposición en el Senado, han recibido amenzas por personas del crimen organizado, para obligarlas a que voten a favor de la reforma judicial.

En un video publicado en redes sociales, “Alito”, inofrmó que a fin de garantizar la seguridad de los 15 senadores priistas y sus suplentes, estos se mantendrán concentrados en un hotel de la Ciudad de México para asistir juntos a la sesión en la que el Pleno de la cámara alta decidirá y votará el dictamen.

“Todos los partidos de oposición hemos dado cuenta de presiones desde fiscalías hasta ofertas económicas millonarias y corruptas para obligarnos a votar por su reforma al Poder Judicial, pero ahora estamos llegando al extremo de que legisladores de varios partidos de oposición están recibiendo mensajes de personas cercanas al crimen organizado para avalar y apoyar su reforma al Poder Judicial que presenta Morena y sus aliados”, denunció Moreno Cárdenas.

El líder del tricolor aseguró que en la historia reciente del país, los legisladores de oposición jamás habían sido tan amenazados como ahora.

Aunque reconoció que los amagos han generado miedo en varios legisladores, dijo que ahora toca resistir a fin de que México no se convierta en una dictadura.

“El país vive horas inciertas, el PRI jamás va a permitir que en México se instaure una dictadura, el PRI se mantendrá firme y las y los senadores votaremos en contra de esa locura de reforma al Poder Judicial que quiere el gobierno”, añadió.

Alejandro Moreno expresó su confianza en los legisladores y confió en que la reforma judicial no pasará y pidió a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, construir con todos los sectores una nueva propuesta judicial que responda a las necesidades del país.

Recordó que Morena no tiene los 86 votos que requiere para aprobar la reforma y dijo que exhibe su desconocimiento de la ley hablando de que con 85 senadores alcanzaría la mayoría calificada.

El líder del tricolor señaló que si algún senador de su partido decidiera dar su voto en favor de la reforma, “no tendrían cara ni el prestigio que dejarle a sus hijos. ¿Con qué cara saldrían? ¿Cómo enfrentarían a los y los ciudadanos?, porque eso verdaderamente no sólo sería faltar a su palabra y a su compromiso público. Sería faltar a la confianza de millones de ciudadanos que les dieron el voto para ser legisladores de oposición al régimen.