Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de calidad, consultoría de políticas públicas

La incertidumbre que prevalece en nuestros días impone reformular planes de estudio y establecer competencias para lidiar con problemas que aún no existen ni imaginamos. Esto implica generar el pensamiento crítico y aprender a aprender.

Sin embargo, en este momento también pueden enumerarse las acciones que permitirán a las empresas enfrentar el futuro y crear resiliencia.

Los diez factores cruciales que deben detentar las organizaciones para poder enfrentar la vulnerabilidad futura son estos:

  1. La toma inmediata de acciones y decisiones está ligada a la capacidad de resiliencia y aprovechamiento de oportunidades del contexto en el que se desarrolla una empresa. Esta agilidad responde a organigramas horizontales y empoderamiento en cada puesto de trabajo. También, y muchos lo consideran prioritario, a la clarificación de la misión corporativa y la contribución de cada área a su cumplimiento y visión.
  2. Trabajo híbrido. Reconocer el nuevo equilibrio entre el trabajo presencial y remoto es sumar posibilidades en la organización. Se responde a un nuevo y necesario equilibrio entre vida personal y desarrollo profesional de los colaboradores, lo que asegura que la corporación sea más atractiva a los mejores talentos, pero también le asegura mayor compromiso por parte de sus equipos de trabajo.
  3. Empleo tecnológico. Permite impulsar las operaciones de una empresa y construir mejores organizaciones. Por ejemplo, las empresas ya están utilizando la IA para crear fuentes de talento sostenibles, mejorar drásticamente las formas de trabajar y realizar cambios estructurales más rápidos y basados en datos.
  4. Nuevas reglas de atracción, retención y desgaste. Las personas están revisando sus actitudes tanto hacia el trabajo como en el trabajo. Las organizaciones pueden adaptar las propuestas de valor de los empleados a las preferencias individualizadas para cerrar la brecha entre lo que quieren los trabajadores de hoy y lo que necesitan las empresas.
  5. Capacidades institucionales. Son necesarias para emplear la tecnología y elementos digitales de sus estrategias.
  6. Mejorar el talento. Las empresas deben centrarse en colocar los mejores talentos con los puestos de mayor valor.
  7. Nuevos esquemas de liderazgo. Presupone ser inspirador, empático, capaz de catapultar las destrezas y conocimientos de los otros y no centrarse en si mismos.
  8. Impulsar la diversidad, equidad e inclusión. Deben traducirse en progreso significativo y esto implica detección de oportunidades en todos los ámbitos y niveles de implicación. Asumir que se trata de un estilo de vida, no una moda gerencial.
  9. Salud mental. Existe una correlación muy fuerte entre el desempeño y la salud mental, por lo que las organizaciones deberán establecer políticas y acciones que privilegian el bienestar de sus colaboradores.
  10. Es desplegar los recursos donde más importan.