Una historia de horror, pero común en el MP de Azcapotzalco. Incapaces de encontrar a un asesino que tenían a unos metros de distancia, dejando que las víctimas hagan las indagatorias, las autoridades de procuración de justicia optan finalmente por revertir la acusación contra la mujer que levantó la voz.

Para que no quede duda, lo hacen el 8m

Especial
ARO

Amy no fue a la marcha de mujeres en la Ciudad de México. El 8 de Marzo la pasó tratando de que el Ministerio Público con sede en Azcapotzalco le permitiera saber porqué había abierto –justo este emblemático día- una carpeta de investigación en su contra, esto después de más de tres años de exigir justicia por la muerte de Edu, su esposo, y por la violación sufrida a manos de su suegro.

La historia de horror, de inacción de la Fiscalía a cargo de Ernestina Godoy y una espectacular celeridad para abrirle una investigación a una mujer que levantó la voz ha convertido también a prófugos en los principales testigos de cargo.

Aunque es exagerado decir que los acusados de homicidio y violación estaban en fuga. Christian, uno de los asesinos, tenía orden de aprehensión que debía cumplir el MP de Azcapo y resulta que trabajaba a unos 50 metros del Ministerio Público, en la Alcaldía Azcapotzalco.

Amy, como infinidad de mujeres que acuden ante la Fiscalía de la Ciudad de México, debió realizar sus propia investigaciones y entregárselas al MP para que éste actuara.

El 8 de marzo, Amy no pudo ir a la marcha multitudinaria. Fue notificada de que su suegro, su violador, la acusa de haber asesinado a Edu. Amy debió pasar todo el día para que se le permitiera conocer la acusación. Cuando los cientos de miles de mujeres estaban abarrotando el Zócalo, Amy estaba enterándose que el MP, que unos días antes la mal representaba socialmente en busca de justicia, ahora la quiere encerrar.

MUERTE Y VIOLACIÓN

Edu, en asociación con su primo, abrió una carnicería en su barrio. Una preocupación de Edu era forjar un futuro para su familia. Con una esposa mucho más joven, el futuro pinta más difícil. Su padre, que residía en los Estados Unidos, regresó en 2017 y con él los problemas para Edu.

Pronto, su progenitor comenzó una relación con una mujer cuya familia empezó a robar lo que podía en el negocio. Los reclamos se multiplicaron hasta que llega la navidad de ese año y el asunto estalla. Edu, junto con su primo, reclama por todos los líos a la mujer que sostiene una relación con su padre y reclama igualmente a los familiares de ésta que participan en los latrocinios. Edu y su primo reciben como respuesta disparos por parte de Christian y de su amigo Julio. Ese diciembre de 2017, el primo muere; Edu sale herido, pero logra huir.

La primera denuncia ante la Fiscalía capitalina es presentada y la inacción olímpica de la dependencia comienza igualmente.

En enero de 2019, Edu se entera que Julio, quien directamente le disparó, cayó en el reclusorio por otros delitos. Va y lo identifica. Empiezan las amenazas que le son notificadas a la Fiscalía. No hay una sola medida de protección y en Julio del 2019 Edu es asesinado a balazos, esta vez certeros.

El padre de Edu va a los Estados Unidos en febrero del 2020, a retomar su vida con la madre de Edu. Regresa a México en octubre y reclama a Amy que ocupe la casa de su hijo, que él reclama para sí. La joven se niega a dejar su hogar y es atacada y finalmente violada.

Amy se anima a denunciar, en la Fiscalía de Azcapotzalco, y la carpeta, al igual que la aperturada por la muerte de su esposo, nunca avanza. El suegro continúa acosando a Amy en busca de que deje la casa. No hay nada que haga pensar que fue siquiera molestado por la violación.

Será hasta abril de 2021, medio año después, cuando por fin la Fiscalía hace lo necesario para que se le ordene al suegro no acercarse a Amy. Pero entonces es la madre de Edu la que comienza a aparecerse y a agredir a la muchacha.

Amy y su familia, hartos de la inacción de la Fiscalía, deciden emprender investigaciones propias que, por lo demás, no son complicadas: van y preguntan dónde está tal o cual acusado, verifican, vuelven a preguntar; algo que cualquier fiscal novato debería poder hacer.

Es así como Amy se entera que hay videos del padre de Edu hablando con los agresores el día del asesinato. Allí se ve que los criminales no agreden al suegro después de disparar contra Edu a pesar de que sí lo hacen sobre una vecina que vende pollos sólo por gritar “dentégalos”. Un dato que la fiscalía deja de lado completamente en una carpeta que tiene abandonada.

También informan a la Fiscalía que Christian trabaja a unos metros, en la Alcaldía Azcapotzalco y le entregan elementos que implicarían el encubrimiento por parte de funcionarios públicos a favor de un asesino.

Sólo a partir de las investigaciones familiares y la presión que ejercen, el 24 de Febrero del 2022,el suegro es ingresado al Reclusorio Oriente. Con Christian pasarán otros seis meses antes de que, por fin, la Fiscalía vaya y lo detenga en donde se le ha dicho que está.

La Fiscalía capitalina, cuyos funcionarios ya muestran completa animadversión por la víctima Amy, aprovechan para informarle a la muchacha que sobre la muerte de su esposo “ya no había nada más que hacer”.

…Pero sí hubo: la madre de Edu, se presenta a declarar que ella escuchó a Amy decir que mandó matar a su hijo. La Fiscalía le da protección a la madre de Edu contra Amy, algo que Amy y Edu nunca lograron.

Este 8 de Marzo, de marchas multitudinarias en las calles de la Ciudad de México, Amy por fin puede ver la carpeta sobre la muerte de su esposo. No hay allí rastro de justicia para ella como víctima colateral, sino que se entera que Julio, el asesino directo, ha sido liberado al resolver los otros delitos de los que se le acusa y no deber enfrentar ninguno por la muerte de Edu y su primo. Julio además está declarando desde enero pasado a favor de Christian.

Este 8 de marzo, Amy se entera que la violación que sufrió a manos de sus suegro está asociada de facto ahora a un rapidísimo proceso por la muerte de Edu: ella es la acusada.