En Búfalo, Nueva York, la tormenta invernal, considerada la peor en 45 años, no sólo dejó a automovilistas varados en sus autos, sino también al menos 12 muertos durante este fin de semana. Este lunes 26 de diciembre los equipos de carreteras y servicios públicos buscan restablecer la normalidad en los alrededores.
Durante el fin de semana de Navidad la fuerte ventisca, que tomó forma el viernes y azotó el oeste de Nueva York, dejó heladas árticas que se extendieron en la mayor parte de Estados Unidos, hasta el sur de la frontera con México.
Al menos 30 personas han muerto en incidentes relacionados con las condiciones meteorológicas en Estados Unidos desde fines de la semana pasada, según un recuento de NBC News, mientras que CNN cifraba en 26 el total de fallecidos.
Gran parte de los fallecidos se han concentrado en Buffalo y sus alrededores, a orillas del lago Erie, en el oeste de Nueva York, donde el frío glacial y una intensa nevada de “efecto lago” -resultado del desplazamiento de aire gélido sobre las aguas más cálidas del lago- persistieron durante el fin de semana festivo.
Autoridades en Nueva York emitieron un aviso para evitar circular por las carreteras debido a la tormenta invernal.
El entumecedor frío, unido a los vientos huracanados y la nieve de un intenso “efecto lago” -resultado de la humedad recogida por el aire gélido que se desplaza sobre las aguas más cálidas del lago- produjo una tormenta que, según la gobernadora Kathy Hochul, pasaría a la historia como “la ventisca del 22”.
El ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz, dijo que el número de muertos confirmados por la tormenta ascendió a 12 el domingo, frente a los tres registrados durante la noche en la región de Buffalo. Entre las últimas víctimas había algunas encontradas en coches y otras en bancos de nieve, dijo Poloncarz, quien añadió que la cifra de muertos podría aumentar aún más.
La gobernadora calificó el desastre meteorológico de “épico, único en la vida”, asegurando que es la tormenta invernal más violenta que ha azotado Búfalo -la segunda ciudad más grande del estado de Nueva York- desde la terrible tormenta de nieve de 1977, en la que murieron casi 30 personas.
Pese a la prohibición de circular por carretera impuesta desde el viernes, cientos de automovilistas del condado de Erie se quedaron varados en sus vehículos durante el fin de semana, con tropas de la Guardia Nacional movilizadas para ayudar en los rescates dificultados por las cegadoras condiciones de nieve blanca.
Vehículos de emergencia como ambulancias y máquinas quitanieves han quedado atrapados en la nieve.
Se esperaba que las autoridades decidieran el lunes por la mañana si ampliaban la prohibición.
El jefe ejecutivo del condado, Mark Poloncarz, dijo a los periodistas que la nieve acumulada en las carreteras, de hasta 2.5 metros de altura, era demasiado espesa y pesada para limpiarla con equipos convencionales.
Muchas máquinas quitanieves, grúas, ambulancias y otros vehículos de emergencia enviados el sábado y el domingo se quedaron atascados en la nieve “y tuvimos que enviar misiones de rescate para rescatar a los rescatadores”, afirmó.
El departamento de policía de Búfalo publicó en Internet una petición de ayuda al público, pidiendo a quienes “tuvieran un vehículo para la nieve y estuvieran dispuestos a ayudar” que llamaran a una línea directa para recibir instrucciones.
Aunque la mayoría de los clientes de los servicios públicos del condado habían recuperado el suministro eléctrico, hasta el domingo por la noche unos 15 mil hogares seguían sin electricidad, según Poloncarz.
Asimismo, afirmó que una subestación eléctrica quedó fuera de servicio y sellada bajo un montículo de nieve de .,5 metros de altura, y los equipos de servicios públicos encontraron toda la instalación congelada en el interior.
La gobernadora dijo que, a petición de las autoridades estatales, las compañías eléctricas locales preposicionaron a unos 7 mil trabajadores de servicios públicos antes de la tormenta del viernes, pero los equipos tenían problemas para llegar a las zonas afectadas.