Chile dejará de formar parte del club de los países con voto voluntario, integrado entre otros por Colombia y México, luego de que la Cámara de Diputados despachara la noche del lunes el proyecto que restituye el sufragio obligatorio.

“Nos parece que es hora de que como país y ciudadanos nos hagamos cargo del destino que tengamos para nuestra sociedad, el que depende del voto de todos y cada uno de los chilenos”, dijo la ministra Ana Lya Uriarte, encargada de las relaciones con el Congreso.

La iniciativa legal, que llevaba más de dos años en trámite legislativo, aún debe ser promulgada por el presidente Gabriel Boric y más tarde debe expedirse una ley orgánica constitucional para determinar sanciones y multas. La nueva norma, que obtuvo 124 votos a favor, seis en contra y tres abstenciones, establece que en las votaciones populares el sufragio será obligatorio en todas las elecciones y plebiscitos, salvo en las primarias.

Se pondrá fin así a la norma que entró en vigor el 31 de enero de 2012 y que estableció la inscripción automática en el registro electoral y el voto voluntario en los comicios y plebiscitos.

En ese momento se buscó incentivar la participación electoral ya que más de cuatro millones de personas no se habían sumado al padrón electoral pese a poder hacerlo. Sin embargo, se mantuvo la alta abstención que superó el 60% en algunas votaciones.

Hasta ese momento la legislación vigente había sido dictada durante el régimen de Augusto Pinochet. Para participar en las votaciones populares en Chile, los ciudadanos mayores de 18 años tenían que inscribirse voluntariamente en el registro electoral, momento en que el voto se convertía en un derecho obligatorio.

Con la nueva legislación aprobada este lunes, se mantendrá la inscripción automática de los chilenos mayores de 18 años y de los extranjeros que tengan mayoría de edad y que lleven residiendo más de cinco años en el país, y todos ellos estarán obligados a votar.

En estos casi 11 años de vigencia del voto voluntario se estableció en una ocasión y en forma excepcional la obligatoriedad del sufragio: el 4 de septiembre pasado, cuando el 61 por ciento de los electores rechazaron la propuesta de nueva Constitución elaborada por una convención 100% electa.

La próxima convocatoria electoral, donde se estrenaría la nueva ley, sería en abril o mayo, cuando se espera que se programen los comicios de los consejeros constitucionales, en el marco de un nuevo proceso para redactar una Carta Magna.