Antes de quitarse la vida, el empresario Luis Oswaldo “E”, disparó contra los agentes que llegaron a detenerlo en su casa de Guadalajara. Días antes de los hechos, la Fiscalía de Jalisco había recibido hasta 130 denuncias en contra del hoy occiso por un fraude inmobiliario millonario.
El hombre, de 51 años, era dueño de la inmobiliaria Asesores Jurídicos Profesionales (AJP) de Jalisco y a quien decenas de afectados denunciaban el viernes 5 de agosto, afuera de la Fiscalía del estado, por haberlos defraudado.
Los manifestantes señalaron que durante un tiempo, el despacho les entregaba mensualmente el 2% de lo que habían invertido y parecía ser un negocio solvente, pero cuando dejaron de recibir las comisiones y se pusieron a investigar se percataron de que AJP no tenía ningún registro y el dueño no podía ser localizado.
En menos de 48 horas, la FGE ya había recibido 130 denuncias y comenzaron a investigar, por lo que el sábado por la tarde se obtuvieron autorizaciones para catear tanto la sede de APJ, ubicada en la colonia Ladrón de Guevara, en Guadalajara, como la casa del propietario del negocio, localizada en el Fraccionamiento Virreyes, en el municipio de Zapopan.
Tras obtener la autorización, la policía irrumpió en la vivienda de Luis Oswaldo Espinoza.
Antes de morir, el empresario publicó un video en redes sociales, donde expuso que, derivado de la pandemia de Covid-19, en los últimos cuatro meses no pudo cubrir las prestaciones que había contraído.
Reconoció que había perdido todo tras sobrehipotecar los inmuebles que había adquirido con las inversiones de sus clientes.
“Durante 29 años pagué a cabalidad todas las obligaciones a todos y cada uno de mis inversionistas, actualmente ya no puedo seguir adelante, todo el dinero que me dieron de inversiones está invertido en bienes raíces que están hipotecados; ni mis familiares, ni mis compañeros de trabajo, ni mi esposa, ni mis hijos, a quienes pido perdón igual que a mis clientes, utilizaron de manera fraudulenta los recursos, el responsable, éticamente, civil, penal e histórica soy yo, suplico no sigan represalias sobre gente inocente”, señaló en el video.
Incluso reveló que convencía a su esposa de firmar documentos en blanco para después él manejarlos a su antojo.
Finalmente dijo que no podía seguir adelante con su vida y pidió no responsabilizar a nadie de su muerte, pero dijo que su familia fue amenazada por algunos de sus clientes, a quienes identificó por sus nombres, por lo que solicitó a las autoridades investigar al respecto.
El video fue publicado a las 15:41 horas del sábado.
Poco después los elementos de la Fiscalía del estado irrumpieron en su casa, él detonó dos veces el arma sin dañar a nadie; luego se escuchó otro disparo en el piso superior de la finca y cuando los policías investigadores llegaron a la recámara principal lo encontraron muerto.